Los Tótems del directivo

En la naturaleza existen animales con ciertas características o comportamientos particulares que deberíamos aprender a imitar para ir adaptándolos a los distintos roles que cumplimos en el transcurso de nuestra vida profesional, sobre todo cuando nos proyectamos a ser directivos exitosos. Es por eso que hoy se habla mucho acerca de los “Tótems del directivo”, que simbolizan una transición a través de cuatro fases que inicia asumiendo características del águila y termina cuando nos convertimos en búhos tal y como lo describiré a continuación:

El Águila; esta es un ave depredadora, pero no se preocupen, por que este tótem no simboliza que hay que acabar con alguien para sobrevivir sino que de ésta vamos a tomar una característica que utiliza para ser tan certera en la caza, su visión. El águila posee una vista extremadamente aguda que le permite visualizar potenciales presas a mucha distancia y es esto, lo que podemos nosotros adoptar como una cualidad ya que al iniciar nuestra trayectoria profesional tenemos que tener una visión a largo plazo del desarrollo de nuestra carrera, volvernos especialistas en lo que hacemos y los mejores en nuestro campo sin perder el enfoque hacia el futuro. Para cumplir con este rol debemos ir aprovechando cada oportunidad y convirtiendo cada una de nuestras debilidades en fortalezas.

Araña; estos animalitos producen una seda conocida como tela de araña o telaraña simplemente, que usan para tejer redes de caza, tapizar refugios e incluso hacerse llevar por el viento. Ya que ahora somos especialistas en lo que hacemos, ahora debemos mejorar nuestros sistemas de comunicación y aprender a tejer redes de contactos, relacionarnos con personas nuevas de diversas especialidades, o de la misma pero de distintos lugares, para así compartir conocimientos, aprender y continuar creciendo. Además que, al igual que la telaraña permite que este animalito se balancee con el viento, nuestra red de contactos nos permitirá movernos dentro de nuestras organizaciones al exterior de ellas o inclusive al exterior del país. Para un directivo, al igual que para la araña, el trabajo más importante que realiza en este nivel es tejer esta red que hoy en día se conoce como networking.

Canguro; sus poderosas patas traseras y grandes pies están diseñados para dar buenos saltos, esta característica de los canguros nos permite saltar con elegancia sin dificultad sobre los obstáculos que podamos hallar a lo largo del camino ya que ahora poseemos la experiencia y nuestra red de contactos. Pero con saltar no basta, lo más importante de este animalito es que salta con su cría en su marsupio, así como el directivo debe saltar con su equipo o asistente que es la memoria viva de la trayectoria profesional de esa persona. Si nos encontramos en esta etapa debemos conseguir el equilibrio de nuestro ámbito personal, familiar y profesional.

Búho; como sabemos una de las grandes cualidades del búho es su visión nocturna y, es por esto, que en épocas de conflicto o crisis el directivo debe actuar con serenidad y no perder de vista el entorno para la toma de decisiones complejas. También recordemos, que a través de la historia el búho siempre ha estado vinculado al concepto de la sabiduría, y como hombre sabio, ha de actuar a esta altura tomando la postura correcta al momento de dar un paso al costado y de ser mentor para animar, así como para enseñar a las nuevas águilas, arañas y canguros que son los que conseguirán la supervivencia de la organización.

Por último recordemos que lo único constante es el cambio, por ende estas fases no son estables ni rígidas pueden verse alteradas dependiendo del desenvolvimiento del directivo y del buen provecho que saque de sus habilidades así como la base de principios que lo guiarán a lo largo de su trayectoria profesional.

¿Qué opinas de los tótems del directivo? ¿En qué etapa consideras que estás? y ¿Qué es lo que te falta para llegar a ser búho?

Beatriz Nieto T.